Cansado de esperar

Si tuviera que definir con una palabra que me pareció el recital de Patán no lo pensaría dos veces: Largo. Muy largo si pudiera elegir dos. El show, programado para las 21 HS se demoró más de cinco horas en comenzar. Ni siquiera las tres bandas soporte lograron alivianar la espera. La primer banda, Guerrero, sonó muy bien y en solo seis canciones demostraron que tienen mucho para dar. De la segunda banda no voy a decir nada, porque me fui a comer una pizza. La tercera banda me aburrió. Los integrantes de Eleanor probaron sonido durante más de media hora muy tranquilos hasta que por fin decidieron tocar. Hicieron alrededor de ocho temas, en los cuales los instrumentos estaban tan altos que solo se escuchaba una gran bola de ruido. Para redondear la actuación arruinaron “Run to the Hills” de Maiden.
Patán subió al escenario a las 3:30 HS. Las disculpas no tardaron en llegar, “El Soldado” atribuyó la demora a un problema del colectivo- ¿será que no tenía televisor?-.
En fin, la banda tocó solo 10 temas, en los que desplegó toda su potencia e hizo lo que mejor le sale: imitar a Judas Priest. Sin embargo, el público se mantuvo frío durante el show, la agrupación solo logró contagiar en el tramo final. Después del cover de Maiden “The Trooper” , anunciaron que se estaban despidiendo. Durante unos segundos reinó un murmullo general, pero con solo escuchar la intro de Painkiller nos olvidamos de todo - del frío, de la pobre concurrencia y de la laaaarga espera - nos unimos en el pogo, y durante tan solo unos minutos, creímos ver a Rob Halford en el escenario.