Leche de Septiembre
Para la revista de este mes no escribí sobre ninguna banda, iba a escribir sobre Torito Freak pero me tuve que ir a Córdoba, asique hasta que vaya a ver alguna banda copada escribí
un review muy corto en la sección discos de la web, lo dejo acá hasta que lo suban :
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Corrían mediados del 2003 cuando The Darkness irrumpió en las listas Británicas con su primer álbum, “Permission to Land”. Sólido por donde se lo mire y repleto de himnos, el compacto debe ser escuchado por todo aquel que extrañe los Riffs potentes, los estribillos pegadizos y las voces chillonas que conforman el legado que nos dejó el Rock de los 80. El compacto comienza con “Black Shuck”, un Rock and Roll digno de AC/DC o Van Halen, y el clima se mantiene hasta la vibrante “I believe in a thing called love”, donde Dan Hawkins nos demuestra porque sus agudísimos gritos ya son uno de los sellos de la banda. Con este hit – y con una importante ayuda de la prensa de su país- The Darkness logró lo que ninguna otra banda Británica lograba desde la muerte de Freddy Mercury: Estar en los grandes planos del Rock Internacional, ratificando su buena labor ese mismo año en los Brits Awards, donde obtuvieron tres premios, entre los que se incluyen el de mejor banda, mejor banda de Rock y mejor álbum del año.
La primer balada del álbum, “Love is only a feeling” saca a relucir el lado más Glam de la banda, mientras que “Stuck in a Rut” nos recuerda por momentos a Motley Crue e incluso al psicodélico Bowie. Finalmente, le llega el turno a “Love in the rock with no ice”, donde los cruces de guitarras y los alaridos de Hawkins revelan la gran influencia que Queen tuvo sobre estos intrépidos jóvenes, que con una vieja y olvidada fórmula le demostraron al mundo que aún se puede hacer Rock.
La primer balada del álbum, “Love is only a feeling” saca a relucir el lado más Glam de la banda, mientras que “Stuck in a Rut” nos recuerda por momentos a Motley Crue e incluso al psicodélico Bowie. Finalmente, le llega el turno a “Love in the rock with no ice”, donde los cruces de guitarras y los alaridos de Hawkins revelan la gran influencia que Queen tuvo sobre estos intrépidos jóvenes, que con una vieja y olvidada fórmula le demostraron al mundo que aún se puede hacer Rock.
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