V de Venganza

Alemania ganó la segunda guerra mundial, Inglaterra es ahora un estado Fascista, y Estados Unidos cayó en el caos luego de la guerra nuclear. En este contexto un extraño personaje que se hace llamar V (Hugo Weaving) coloca bombas por todo Londres con el fin de desequilibrar al estado dictatorial. El film, como toda película de los hermanos Wachowski, es esencialmente bizarro, con un planteo muy polémico y una fina y compleja historia secundaria que se va desgranando paralalelamente con el accionar de V. A diferencia de Matrix, la acción no es el tema principal, y esta solo se desarrolla en los momentos indicados, intercalando interesantes pasajes que invitan a la reflexión. Su intricada trama no impide que los diálogos sean excelentes, y la buena labor de Hugo Weaving hace que V sea atrapante, siendo un personaje solitario, violento y rencoroso, pero también literato, intelectual y tierno.
En su cruzada contra el gobierno, este antihéroe va ganando adeptos a fuerza de acciones y discursos explosivos. “La gente no debería tener miedo de sus gobiernos, los gobiernos deberían tener miedo de su gente” le comentó V a Eve (Natalie Portman) la noche que la rescató. Desde ese momento, sus destinos quedaron ligados, y con la ayuda de los ciudadanos intentarán conseguir el objetivo final de V: Terminar la tarea que comenzó Guy Fawkes, un católico que en 1695 intentó volar el parlamento con 36 barriles de pólvora.
La película esta adaptada de un cómic del genial Alan Moore y el reconocido artista David LLoyd, que fue publicado por primera vez en 1981. La película fue estrenada mundialmente en el festival de Berlín en Febrero, y recién en este último mes llegó a la cartelera de los videoclubes, pero sin el éxito y reconocimiento que merece.