La banda nueva

El nuevo golpe del Rock barrial ya tiene nombre, y es ni más ni menos que el resultado de un homenaje al vino barato Bordolino y la desesperación por conseguir nombre antes de sus primeras presentaciones, allá por 1998. El Bordo presentó oficialmente el Sábado 7 de Octubre su nuevo CD titulado “En la vereda de en frente”, con el que intentarán seguir la línea de sus dos álbumes anteriores: Rock and Roll influenciado por bandas como la Renga (banda que sigue El Bordo siempre); Gardelitos, con los que tienen cierta afinidad musical; y Callejeros, de la cual rescatan a Pato Fontanet como un referente de la forma de trabajo. En los últimos años, El Bordo ha sido testigo del considerable aumento del pogo y de los trapos, convocando en su última presentación a más de 3000 personas. El rápido y repentino ascenso de la banda hace que “En la vereda de enfrente” sea un disco decisivo, ya que esta se encuentra en una importante etapa de transición en la que debe mantener el nivel después de lo que significó “Un grito en el viento”, pero a su vez captar la atención del nuevo público, que atraído por éxitos como “Volando” y “Volviendo al sol” ha conocido a El Bordo.
El disco pega desde un primer momento, con constantes cambios de ritmo y un repertorio muy variado. “En la vereda”, el tema que abre el compacto muestra una sarcástica mirada a la sociedad actual, mientras que “De tanto en tanto” expresa el típico sentimiento juvenil de un amor frustrado. A la hora de experimentar le llega el turno a “Siempre” – una crítica a nuestro país hábilmente sustentada por un bandoneón- y a “Tesoro”, donde los violines y los instrumentos de viento hacen que la comparación con los uruguayos de La Vela Puerca sea inevitable. Obviamente, y para que las huestes no desesperen, hay lugar para los pogueros “Así”, “El insatisfecho” y “La patada”, pero el punto fuerte del disco llega con “Cansado de ser”, donde la voz raspada y dramática de Ale Kurz eleva cientos de encendedores en lo que promete convertirse en un himno de la agrupación.
Después de un 2006 memorable y con grandes expectativas para lo que queda del año, solo resta esperar que el nuevo disco sea aceptado para que la banda siga su desenfrenado avance. Lejos de intimidarse, Ale Kurz no se cansa de repetir el argumento que motoriza a sus nueve integrantes: “Hacemos el Bordo para tocar la música que nos gustaría escuchar”.